Como Iglesia de restauración somos un ministerio que conoce los tiempos que estamos viviendo y entendemos que no hemos nacido de la casualidad sino que somos parte del mover fresco de Dios para este tiempo. Reconocemos que sobre nosotros descansa una responsabilidad apostólica y profética. Dios nos ha llamado una “Iglesia punta de lanza”.
Creemos con sinceridad que como Iglesia de restauración nuestra responsabilidad va mucho mas allá de proveer y procurar sanidad interior en las personas sino que creemos que tenemos una responsabilidad con los tiempos que vivimos y con la generación a la cual nos toca ministrarle. Somos una torre y como atalayas de Dios estamos observando el panorama espiritual para amonestar y advertir a nuestra tierra de las cosas que Dios estará haciendo en este último tiempo. Enseñaremos a Puerto Rico los principios de fe establecidos en la Palabra de Dios para que nuestra isla sea bendecida con revelación fresca del Espíritu Santo.
Entendemos que Puerto Rico ha sido adoctrinado más que evangelizado. Se le ha enseñado a la gente tradiciones y dogmas de hombres y no se le ha predicado el Evangelio de Jesucristo. Dentro de nuestra visión esta el evangelizar nuestra isla proveyéndola de la Palabra pura, no adulterada, para que la gente reciba el evangelio de Jesucristo y sea transformada. Creemos que el Espíritu de Dios esta sobre esta Iglesia y que nos ha ungido para llevar buenas noticias a los que sufren y están afligidos; para consolar a los quebrantado corazón; para que proclamemos libertad a los cautivos y para que abramos los ojos de los ciegos. Nos ha enviado a decir a los que lloran que ha llegado para ellos la hora de la compasión de Dios; que a los enlutados les dará gloria en lugar de cenizas, júbilo en vez de llanto y alabanza en lugar de abatimiento (Is. 61:1-3).
Creemos, enseñamos y practicamos la guerra espiritual, porque asi lo enseñan las Escrituras (Efesios 6). Sabemos que Jesús vendrá por su Iglesia (el rapto), y estamos preparados y esperando ese momento (1 Tes. 4:15-18), pero entretanto tenemos la tarea de someter a los enemigos de Dios por estrado de sus pies. Somos el cuerpo de Cristo y tenemos que declararle a Satanás y a sus demonios cual es la derrota sufrida por ellos a manos de Jesucristo y, bajo este conocimiento y autoridad, arrebatarle todo cuando él ha tenido cautivo por tanto tiempo.
Nuestra Misión
Nuestra Visión
La razón de ser de esta Iglesia es La Gran Comisión: “Id y haced discípulos a las naciones…” (Mt.28:19). Contamos contigo para hacer posible que Puerto Rico sea lleno del conocimiento de Dios.
Esta es la Isla del Cordero, llena de la Unción de Dios y es del Señor. Sabemos que Puerto Rico es del Señor. Este es el único país cuyo escudo posee una Biblia y un cordero, por lo tanto sabemos que tenemos destino profético. No somos una iglesia ordinaria, común ni corriente. Somos la Iglesia del Señor y estamos comprometidos con la evangelización.
Por tanto, la visión de esta iglesia es:
• Ganar ALMAS (hablarle a las personas del Amor de Jesús)
• Consolidar (afirmar las personas que permanezcan en el Señor)
• Discipular (enseñarles la Palabra de Dios y equiparlos para que sirvan)
• Enviar (que comuniquen a otros las Buenas Nuevas de Salvación)
• Todo lo que creemos y enseñamos tiene como fundamento la Palabra.